Hace un par de años que no hacemos El Reto del Indio. Habemos varios que estamos con ganas de reactivar este paseo anual porque cumple un propósito importante para cada uno. En mi caso, el propósito es enfrentar un reto épico, aunque corto, que compartido con buenos amigos siempre me deja renovado, como una buena ducha de agua fría. Este año, en adición, puede formar una buena base de preparación para unas carreras más largas en los meses que siguen, como Rocky Raccoon en febrero.
También tengo ganas de hacer una variante en dirección contraria, del Caribe al Pacífico, caminando-trotando toda la distancia. Como lo veamos, sería el cruce más rápido de océano a océano que se ha hecho (sin contar correr por la Vía Transístmica) por senderos. Me hubiese gustado hacer este cruce este mismo año para celebrar el cruce del istmo por Balboa hace 500 años, pero este año ha sido muy complicado para mi.